sábado, 19 de diciembre de 2009

El bosque, un aliado en la batalla


Esta claro que la forestación jugará un partido clave por su aporte en mitigar el calentamiento global.

En el último Congreso Forestal Mundial reunido en Buenos Aires se estableció que los bosques contribuyen positivamente al balance global de carbono. Tiene un aporte significativo en la medida que se reduzca las tasas de deforestación y degradación de los bosques. Un aspecto que es sumamente necesario tener en cuenta.

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La industria de base forestal ofrece productos con un consumo relativo bajo de energía, producido de una fuente de materia prima renovable y reciclable.

Además son una fuente de energía renovable. En este sentido los bosques correctamente manejados serán factores clave como suministro sostenible de biomasa para uso doméstico. La biomasa forestal es considerada en forma creciente como un sustituto alternativo a los combustibles fósiles para la producción comercial de energía.

Según un trabajo desarrollado por la FAO se estima que para el 2020 las plantaciones forestales en Latinoamérica aumentarán un 42%.

Sin embargo, la Argentina todavía no esta por ahora en la grilla de partida.

Para José Urtubey, representante de la Asociación Forestal Argentina (AFOA), "las 50.000 hectáreas plantadas por año están lejos de la tasa de 100.000 o 200.000 hectáreas que se plantan en Chile y Brasil. Esto esta directamente relacionado con las crisis económicas que vivió el país y a una falta de estrategia de largo plazo del sector. Es una lástima que esto ocurra porque tenemos las mejores condiciones como para expandir las forestaciones".

jueves, 10 de diciembre de 2009

El desafío del cambio climático


La reunión de Copenhage sobre cambio climático tiene la imprescindible misión de forjar un acuerdo para revertir el calentamiento global, un fenómeno que amenaza la continuidad de la vida en el planeta.

En las últimas décadas se ha producido un incremento de la temperatura media terrestre y los científicos estiman que, de mantenerse esa tendencia, tendrán lugar alteraciones en el eco sistema con graves consecuencias para importantes segmentos del planeta.

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El encuentro de Copenhage, patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene el propósito de acordar medidas para que la temperatura media terrestre aumente 2°C a finales de siglo, un incremento menor que el previsto por los científicos en las actuales condiciones.

Para cumplir con un objetivo semejante es indispensable la cooperación de todos los países, especialmente los más contaminantes, encabezados por Estados Unidos y China.

Hasta el momento, las negociaciones para la reducción de la contaminación ambiental no han tenido éxito por la negativa de los países de tomar las medidas indispensables para transformar las fuentes de generación de energía y las formas de utilización de las mismas.

Esto se ha debido a los costos que esos cambios imponen a los presupuestos públicos y a las empresas privadas, a la posibilidad de que reduzcan los ritmos de crecimiento y también, a la resistencia a los cambios de hábitos que implican.

En este panorama, la reunión de Copenhage es un hecho alentador, porque refleja que se ha tomado conciencia de la urgencia ambiental y de que, de no primar una actitud cooperativa, todos las naciones se verán afectadas en diferente medida, pero en todos los casos, gravemente.

Es necesario asumir, por lo tanto, que los costos actuales de los cambios indispensables para evitar un mayor deterioro ambiental serán siempre menores que los costos futuros que va a causar ese deterioro.

La reunión de Copenhage tiene la misión de lograr un acuerdo para reducir el calentamiento global, indispensable para evitar la destrucción del medio ambiente

martes, 1 de diciembre de 2009

Una idea que revoluciona el concepto de techo



Por suerte, la creatividad y las buenas ideas no necesitan pasaporte: pueden nacer tanto al norte como al sur del ecuador. Precisamente, el Programa de Apoyo al Desarrollo Científico-Tecnológico Dupont-Conicet, que en esta séptima edición distinguió soluciones tecnológicas en energías limpias, premió ayer con un subsidio de 25.000 dólares a un equipo de investigadores que fue capaz de concebir una nueva utilidad del tradicional y muy conocido... techo. Y tal vez lo más importante es que propone realizar esta "revolución de la sencillez" a casi el mismo costo de lo que sale un diseño habitual.

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El proyecto ganador, que intenta no sólo calefaccionar, sino también refrigerar las viviendas a través de un techo solar, se debe a la visión innovadora de un grupo de talentos argentinos: el doctor Luis Juanicó, ingeniero nuclear egresado del Instituto Balseiro, que trabajó junto con Rubén Piacentini, Marcelo Molina, Carlos Alassis y Carlos Straub.

Juanicó, que agradeció conmovido el reconocimiento, trazó un divertido recorrido de la idea hasta su concreción. "Soy ingeniero nuclear y trabajaba en el Centro Atómico Bariloche -recordó el investigador del Conicet-. No había estudiado para nada este tipo de problemas. Pero a partir de una consultoría que hice para una compañía, me di cuenta de que podía ser un buen «generalista», aunque me habían formado como especialista. Un especialista es el que da las respuestas; en cambio, el generalista es el que tiene las preguntas, el que «marca la cancha» y mueve el tablero."

Haciendo gala de su pensamiento holístico y tras múltiples dificultades, los inventores decidieron dar un giro de 180°. "Siempre se busca un colector mejor, más eficiente. Pero dado que la energía solar es gratis, en lo que había que pensar era en hacerlo más barato. Hoy, el ahorro de energía se piensa a partir del aislamiento, del concepto de termo. Nosotros optamos por el nuevo paradigma de un diseño configurable", explicó.

El resultado fue un único sistema que integra el techo solar y un toldo enrollable, igualmente innovador, a lo que se suma un sistema original para la redistribución de agua. "Lo más importante es tener confianza en nosotros mismos", reflexionó el tecnólogo, cuyo invento acaba de resultar finalista en el premio internacional InnovationAwards del IET.

No era tan malo: el agujero de ozono protege la Antártida


A pesar de sus consabidos efectos nocivos en cuanto a las radiaciones ultravioleta, los expertos sostienen ahora que el agujero en la capa de ozono lleva 30 años protegiendo a la Antártida del deshielo producido por el cambio climático.

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Así lo asegura el último estudio del Comité Científico de la Investigación Antártica (SCAR, siglas en inglés), titulado "Medio ambiente y cambio climático en la Antártida", que recoge los datos recabados por un centenar de científicos especializados en el continente blanco y en el que destaca la participación del British Antarctic Survey (BAS).

Si hace 25 años el mundo ponía en el punto de mira al recién descubierto agujero en la capa de ozono y los líderes de las grandes potencias se reunían en Montreal (Canadá) para frenar su expansión, los científicos revelan ahora cómo este fenómeno ha sido capaz de crear un escudo que amortigua el impacto del calentamiento global en la Antártida.

Según informó hoy el BAS, el proceso es muy sencillo: el agujero ha intensificado la incidencia de los vientos fríos en torno al continente helado, en especial los procedentes del polo sur (denominados "vórtex") y los de poniente, contribuyendo al mantenimiento de las temperaturas habituales de la zona.

No obstante, no todas las regiones se han beneficiado igualmente, ya que la Antártida Occidental (tradicionalmente más afectada por el deshielo) y la costa más oriental de la Península Antártica sí han registrado un aumento "leve" de las temperaturas, sobre todo en los meses de verano.

En opinión del profesor John Turner, miembro del BAS, se trata de "una prueba asombrosa de cómo un fenómeno medioambiental creado por el hombre ha sido capaz de aislar a la Antártida del calentamiento global".

No obstante, el estudio recuerda que a lo largo del presente siglo el agujero en la capa de ozono se irá "sanando", con lo que el efecto invernadero podría comenzar a acechar al continente blanco en las próximas décadas y provocaría el aumento de las temperaturas de la zona en 3 grados centígrados.

Respecto al deshielo del continente, los científicos aseguran que el grueso de la capa de hielo antártica no ha mostrado grandes cambios en los últimos años, pero advierten de que en zonas puntuales, como la costa más oriental de la península antártica o la más occidental del continente, sí se percibe al adelgazamiento de la superficie helada.

Este estudio multidisciplinar también advierte de que el océano Antártico que rodea el continente homónimo está experimentando un calentamiento mayor al del resto de los océanos por las aportaciones de la Corriente Circumpolar Antártica, la más larga del mundo, que incide cada vez más en la Antártica empujada por los vientos de poniente.

De este modo, los expertos calculan que la pérdida de masa de hielo en la zona occidental del continente podría provocar el aumento del nivel del mar en 1,4 metros para 2100.

Asimismo, el informe también llama la atención de la comunidad internacional ante el rápido crecimiento de los niveles de dióxido de carbono de la zona, que aumentan en la actualidad "a un nivel nunca visto en el pasado geológico reciente".

En concreto, los científicos aseguran que no se había experimentado un crecimiento similar en los últimos 800.000 años.

Fuente: EFE