domingo, 23 de agosto de 2009

Bodas más verdes que blancas


El fervor por la ecología ya llegó a la ceremonia de casamiento. Las eco-bodas ganan cada vez más adeptos en Europa y Estados Unidos. Todo empieza con una invitación en papel reciclado, sigue con el vestido de novia confeccionado con fibras de cáñamo y culmina con la luna de miel en el lugar apropiado: una granja en el medio del bosque.

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Almudena Serpis

Agencia EFE

Un enlace matrimonial puede ser también un compromiso de amor con el medio ambiente a través de una eco-boda, una opción cada vez más aceptada en todo el mundo, que comienza con una invitación en papel reciclado y acaba con el suelo cubierto de confeti biodegradable.

“Definitivamente ha habido un aumento de bodas ecológicas, que son el reflejo de un estilo de vida más respetuoso con el medio. Además, en tiempos de crisis la opción ecológica es una mejor alternativa para ahorrar dinero”, comentó a EFE el portavoz del proveedor de productos ecológicos EcoCentric, Nikki Clarke, en Londres.

Para evitar que el derroche monetario propio de las bodas deje una profunda huella medioambiental, usar un vestido nupcial de materiales orgánicos o de segunda mano puede ponerle el broche ecológico al enlace.

Vestidos de tejidos de cáñamo o algodón ecológico están disponibles por Internet, donde hay vestimentas para los gustos más exquisitos porque “que una boda sea verde no significa que no pueda ser glamorosa”, afirmó Clarke.

La opción verde puede aplicarse a toda la parafernalia nupcial desde las flores y el maquillaje hasta la comida e incluso los anillos, que pueden ser de oro reciclado.

Hay organizaciones que ofrecen listas de bodas de productos orgánicos y otras donde los regalos son donados a los más necesitados, y así los invitados pueden contribuir al enlace ecológico.

Una de estás compañías es la británicaWedding List Giving, cuya página web ofrece a los invitados una lista de organizaciones benéficas donde hacer donaciones.

Según ellos “muchas parejas afortunadas ya tienen todo lo necesario para iniciar una vida matrimonial”.

Estas listas de casamientos son una manera de “introducir a los invitados a un modo de vida que antes podían considerar como hippy o étnico”, según Clarke.

Y después... la luna de miel

La luna de miel también debe estar ecológicamente a la altura.

El ecoturismo permite a los novios iniciar su vida de casados realizando juntos una buena obra donde lo primordial es preservar el medio natural y cultural de su destino vacacional.

En las granjas Wwof, por ejemplo, que pueden encontrarse en todo el mundo, los novios se instalan en cabañas en mitad de la espesura de un bosque o una selva donde comen lo que cultivan y aprenden artesanía en un ambiente donde se respira aire puro y privacidad.

“Hay novios que desean hacer que su gran día sea más significativo optando por minimizar el impacto negativo al medio ambiente y maximizar el impacto positivo en las comunidades locales y en sus destinos”, afirmó a EFE un miembro de la Organización Internacional de Ecoturismo Ayako Ezaki.

Hoteles y compañías de viajes ofrecen lunas de miel en lugares donde se emplean energías renovables y se sirve comida orgánica. Además, parte del importe de la reserva se destina a una organización benéfica.

Pero en tiempos de crisis las lunas de miel medioambientalmente correctas pueden ser simplemente una estrategia de marketing más, según explicó a EFE el editor del servicio de eco-turismo Ecoclub, Antonis Petropoulos.

“Un creciente número de operadores turísticos especializados en lunas de miel intentan promover credenciales responsables con el medio, pero en tiempos de crisis sólo lo hacen para poder subir los precios con lunas de miel alternativas a lugares exóticos”, dijo Petropoulos.

A pesar de todas estas opciones, en lo que a la ceremonia se refiere el peso de la tradición es difícil de levantar.

Las bodas pecan de ser celebraciones donde usualmente la ostentación y el lujo cobran protagonismo. El año pasado los estadounidenses se gastaron una media de 21.814 de dólares (15.000 euros) por boda, según los datos de The Wedding Report, el instituto estadounidense de estadísticas de bodas.

“Ahora mismo tenemos varias encuestas en marcha que nos dicen que por lo general la gente es muy tradicional en lo que se refiere a las bodas”, explicó a EFE la directora de un servicio de bodas Vanesa Muñoz.

“Todavía falta quizá que la gente conozca que dispone de alternativas como éstas,” afirmó Muñoz.

Y no hay mejor fecha para realizar compromisos verdes que el día del compromiso matrimonial, donde tanto los novios como los invitados pueden decirle el “sí quiero” a una vida más ecológica y natural.

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