miércoles, 19 de agosto de 2009

El cambio climático afecta antiguos feudos vinícolas


En el valle de Napa, en California, donde se producen los mejores caldos norteamericanos, más de 300 bodegas podrían tener sus horas contadas. Algo parecido están ocurriendo en el sur de Europa. El progresivo aumento de la temperatura en esas regiones afecta la maduración de las uvas. En cambio se ha beneficiado con el fenómeno Gran Bretaña.

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El Valle de Napa, a una hora de la ciudad de San Francisco, es una de las principales zonas vinícolas del mundo y un destino para más de 5 millones de turistas al año, pero si se confirman los temores de algunos científicos, sus más de 300 bodegas podrían tener las horas contadas.

Según un estudio de la universidad de Southern Oregon, en el noroeste de EE.UU., el cambio climático está alterando de manera radical los ciclos de maduración de las uvas en 27 de las principales regiones productoras de vinos del mundo, incluida Napa y el sur de Europa.

En Napa, por ejemplo, la temperatura mínima ha subido cinco grados en los últimos 75 años y ello ha afectado a los viñedos, afirma el estudio, publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. y uno de los últimos realizados sobre la materia.

Los responsables de la investigación no descartan que la zona sea en el futuro demasiado cálida para producir buenos vinos y lo mismo podría ocurrir con otras regiones hoy mundialmente conocidas por sus caldos.

“Si estás en una región cálida como el sur de Europa o algunas zonas de Australia el calentamiento global podría suponer que el área no sea adecuada para producir vino de calidad en el futuro”, dijo a EFE Gregory Jones, profesor de climatología en la Universidad de Southern Oregón y uno de los autores del análisis.

“Las regiones ni demasiado cálidas ni demasiado frías tendrán dificultades con algunas variedades de uva y tendrán que adaptarse de alguna manera”, añadió.

El problema radica en que el calor altera el proceso de maduración de las uvas, haciendo que adquieran el grado alcohólico óptimo antes de madurar por completo y manifestar todas sus características.

Es decir, el vino producido por estas uvas tiene más alcohol pero su calidad es inferior. La acidez también es más baja, por lo que es más fácil contaminarse con microbios.

A ello hay que añadir que la subida de las temperaturas beneficia a las plagas que afectan a los viñedos y que normalmente mueren con el frío.

Entre las soluciones propuestas por los expertos está la clonación para conseguir cepas más resistentes o, sencillamente, aceptar la situación y trasladar los cultivos hacia zonas más frescas a medida que las temperaturas aumentan.

Esta última opción hará que el cambio climático también tenga sus ganadores, al menos en términos vinícolas.

“Si estás en una región fría como Alemania, algo más de calor es beneficioso porque hace que la maduración sea más constante e incluso permite cultivar nuevas variedades”, dijo Jones.

Regiones alemanas como las cercanas a los ríos Rin o Mosa han producido en esta década los mejores vinos de su historia gracias al aumento de las temperaturas.

En Gran Bretaña, donde se había abandonado la producción de vino desde el fin del calentamiento global de la Edad Media, existen hoy unas 400 bodegas en Gales e Inglaterra.

En EE.UU., los grandes beneficiados serán los productores del noreste y del noroeste del país, regiones como Oregón, Washington o el norte del Estado de Nueva York donde el exceso de humedad impide lograr hoy caldos de la calidad de los de California.

En este Estado el calentamiento global amenaza a una industria que mueve más de 2.900 millones de dólares anuales.

En el Valle de Napa, las bajas temperaturas de este verano habían echado a volar las esperanzas de un año de excepcional calidad, pero las primeras cifras de la vendimia hablan también de una enorme producción que presionará los precios de la uva aún más a la baja.

La recesión ha llevado a los precios de la uva a caer un 30 por ciento este año en EE.UU. y a ello se une que la demanda de vino, especialmente los de alta calidad, ha bajado en picada.

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Un lugar privilegiado

El Valle de Napa (o Napa Valley) es una región de California, Estados Unidos, conocida principalmente por su producción de vino. El nombre “Napa” deriva de “Wappo”, que es el nombre de los indios que habitaron la región. Se piensa que el nombre “Wappo” fue dado por los españoles, por su parecido a “guapo”. El valle se localiza en el condado de Napa. Se sitúa a una hora en auto de San Francisco.

El valle de 48 kilómetros de largo concentra más de 300 productores de vino y representa, de alguna manera, la nueva industria del vino, no sólo porque los produce de excelente calidad sino porque ha logrado la fusión con la gastronomía y el turismo. Cada año cerca de 8 millones de personas visitan el Valle de Napa, convirtiéndolo en una de las más populares atracciones turísticas de California, después de Disneylandia.

En 1965, Robert Mondavi fundó la primera gran viña en el Valle de Napa. Luego le seguirían otras, lo que haría crecer la reputación del valle. En 1976 la región ganó un gran auge como resultado de la famosa Cata de París de 1976, que galardonó a los Chardonnay y Cabernet Sauvignon por sobre los vinos franceses en una cata a ciegas. El resultado de esta prueba sentó las bases del éxito del Valle de Napa como productor de vino de clase mundial.

En el ámbito de la tecnología, esta región fue relevada por ingenieros de Microsoft; se trata de gente procedente de Silicon Valley, cerca de San Francisco, que tomaron este valle como lugar de descanso de la subsede de Microsoft. Entre ellas está el cuartel general de las actualizaciones para Windows y sus programas como Office e incluso Knowledge Base de Microsoft.

Aquí se rodó la película “Tú a Londres y yo a California”. Fue además la inspiración para el famoso “Valle de Tuscany” de la serie de televisión Falcon Crest, y donde se grabaron los exteriores.

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