viernes, 24 de julio de 2009

Más energía implica mayor desarrollo de la región


Se cumplen 30 años de la puesta en marcha de la represa de Salto Grande. Desde entonces, la Argentina y Uruguay trabajan codo a codo en el impulso de ambas economías.
Por: Juan Carlos Chagas
Fuente: PRESIDENTE COMISION TECNICA MIXTA DE SALTO GRANDE

Cuando el 21 de junio de 1979 comenzó a funcionar el primer hidrogenerador de 135.000 KW del Complejo Hidroeléctrico de Salto Grande, interconectando por primera vez los sistemas eléctricos, empezaba a cumplirse un sueño, un proyecto pensado para el desarrollo regional que en los últimos años tomó nuevo impulso.

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Hacía ya 33 años que Argentina y Uruguay habían firmado un acuerdo binacional y habían creado la Comisión Mixta de Salto Grande para el aprovechamiento del río Uruguay. Desde entonces, ambas naciones trabajaron codo a codo en la producción de energía hidroeléctrica, una fuente de energía limpia y renovable que ha sido -y es- la más económica manera de generación que compensa rápidamente el mayor esfuerzo de inversión que su instalación requiere.

Durante todos estos años, argentinos y uruguayos hemos gestionado en conjunto Salto Grande cumpliendo lo acordado en el año 1946, aprovechando al máximo los recursos generados y transmitiendo y suministrando energía con seguridad y confiabilidad. Es más, el promedio de energía anual producida muestra a las claras que los objetivos se han superado: la producción media anual de 8.486.000 MWh supera en un 26,7 % lo previsto originalmente (6.700.000 MWh).

Localizada 20 kilómetros al norte de la ciudad entrerriana de Concordia, Salto Grande aporta, en promedio, el 9% de la energía que se consume en Argentina y el 60 % de lo que se consume en Uruguay. Además, se ha contribuido al desarrollo turístico de la región siempre con el compromiso de proteger la naturaleza a través de sus programas de vigilancia del medio ambiente bajo las normas ISO 14.000 e ISO 9.000, otra prueba más del constante crecimiento y la responsabilidad de la central.

Si bien es cierto que producto de la crisis internacional el mundo entero ha retraído sus volúmenes de inversión y producción, es cierto también que una vez superada la coyuntura se volverá a una creciente demanda de energía que Salto Grande puede satisfacer a través de la implementación de distintos proyectos -hoy en evaluación- para aumentar su capacidad de producción. Es, en momentos como estos, cuando los Estados enfrentan la enorme disyuntiva de plegarse a esa retracción o en cambio prepararse para impulsar la economía. No hay dudas sobre cuál ha sido en Argentina la elección y es por eso que desde Salto Grande trabajamos en un programa de desarrollo regional que movilice recursos y abra camino al progreso económico y social en ambas márgenes de la cuenca.

Es con esta visión coincidente que argentinos y uruguayos hemos compartido la gestión en Salto Grande y que apostamos a la modernización del equipamiento de la central para incrementar su producción y eficiencia. Para lograrlo, además de un Estado comprometido con el esfuerzo de la central, es necesaria la cooperación conjunta como ha ocurrido desde el inicio de este sueño y como ha permanecido más allá de los vaivenes de las políticas y gestiones.

La situación internacional encontró a Argentina en un momento de reactivación económica que por su importancia estratégica en el Cono Sur permite pensar que seguirá siendo motor para el desarrollo regional. De lo que se trata aquí es de invertir y planificar un programa para que, desde la central, se ofrezca más energía y a precios más competitivos. En paralelo, el desarrollo tecnológico debería contribuir a potenciar la actividad agropecuaria y abastecer a una pujante industria derivada de alimentos, en condiciones de calidad y costos. Este fue parte del planteo de la década del 40.

Sin embargo, las posibilidades del aprovechamiento múltiple del emprendimiento han sido por años una materia pendiente. Desde la Comisión Técnica Mixta se trabaja actualmente para retomar aquel primer compromiso firmado por los presidentes Juan Domingo Perón y Eduardo Larreta. Ya entonces se contemplaba la producción de energía y el diseño de un sistema de obras de navegabilidad y riego para el desarrollo regional.

La Comisión Técnica Mixta avanza en aquel compromiso social con la región y colabora con el gobierno de la provincia de Entre Ríos en la optimización de los recursos, despertado la expectativa entre los productores de la región. Es por eso que desde el Area de Hidrología se coopera en el diseño de un proyecto de riego destinado a la producción rural, fundamentalmente a la citricultura, el arándano y el arroz.

Con una mirada regional, la actual gestión impulsa también la creación de una Unidad Académica que incluye un posgrado y la capacitación para técnicos y profesionales de todo el país interesados en ingresar a Salto Grande. La primera etapa, una Escuela de Operadores para aquellos que trabajen en todas las centrales del país, iniciará su primer ciclo lectivo a principios del próximo año. Esto en el marco de lo que pretende crear la Delegación Argentina que es el Centro de Formación Tecnológica, dentro del cual se encuentra el Instituto del Agua, para estudiar no sólo el régimen del río Uruguay sino también preservar la calidad del agua.

Todo es posible y se está en camino de lograrlo.

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